Bajo el esquema fiscal vigente, la deuda de México va a llegar a 69 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2030, estimó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Héctor Villarreal, director general del CIEP, urgió a realizar un cambio profundo en el sistema fiscal mexicano, que implique modificaciones que vayan más allá de una reforma tributaria, porque de no hacerlo, se van a heredar cuentas nacionales “desastrosas” para las nuevas generaciones.
Ricardo Cantú, analista del CIEP, comentó que el bono fiscal de México va a agotar en 2029 si las condiciones no cambian, debido al envejecimiento paulatino de la población y los gastos crecientes en temas como pensiones, salud y el servicio de la deuda.
“En 2029 tendremos un punto de inflexión. A partir de ahí, dada la composición demográfica, vamos a empezar a gastar más en pensiones, en salud, en educación, que lo que esperaríamos recaudar por impuestos al consumo, al ingreso, entre otros”, señaló en videoconferencia.
Pese a ello, dejó en claro que llegar a 69% del PIB en la deuda es una proyección y no un pronóstico, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias.
Al cierre de 2020, la deuda ampliada de México (Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector público) fue de 52.2 por ciento del PIB, equivalente a 12.86 billones de pesos.
“En los últimos años, la sostenibilidad fiscal se ha visto vulnerada de manera muy importante, se está reduciendo el espacio fiscal. Son cosas que trascienden por mucho a esta administración y que tienen que ver con pasivos contingentes”, dijo Villarreal.
Comentó que si bien hacer una reforma fiscal que sume uno o dos puntos del PIB en recaudación daría un respiro a las finanzas, a estas alturas ya es insuficiente.
“Sería una enorme tragedia hacer una reforma tributaria, ampliar el espacio fiscal en 2 por ciento del PIB, y que el gasto federal en pensiones se lo comiera todo”, expuso.
Por ello, dijo, se necesita un nuevo sistema fiscal que incluya temas como la recaudación en los gobiernos municipales y estatales, así como reglas más claras de cómo se gasta el endeudamiento que se contrata.
Alejandra Macías, directora de Investigación del CIEP, señaló que el riesgo de no hacerlo, es que las generaciones futuras, principalmente las mujeres, van a tener que pagar por un servicio que ahora da el Estado, debido a que no habrá recursos para pagarlos.
Por: Fernando Franco
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