DIVAGANDO EN LA MENTE DE...

¿Qué significa celebrar la muerte? Esto dice el psicoanálisis de la tradición mexicana I PODCAST

Es una de las fiestas mas celebradas a nivel nacional, ya que alrededor del 80 por ciento de los mexicanos lo festejan

ESTILO DE VIDA

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Créditos: Foto: El Heraldo de México

México se encuentra en épocas festivas y es que desde el 2 de Noviembre hasta el 6 de enero las reuniones y festividades ya no paran, hay quien habla del Guadalupe-Reyes, creo que en realidad deberíamos hablar del Catrina-Reyes; ya que las invitaciones a compartir un buen pan de muerto o las viandas ofrecidas a nuestros antepasados en el altar son abundantes y tentadoras, y a partir de entonces la fiesta no para, es una de las épocas mas bellas del año.

La tradición de reunirse para poner un altar a los seres queridos, que en carne, no nos acompañan más, es ancestral. El Día de muertos es un festejo en el que la sensibilidad se encuentra a flor de piel y el viento otoñal reaviva las tradiciones de antaño, en octubre ya se respira un aire diferente.

¿Por qué se celebra el Día de muertos y Día de todos los Santos?

La tradición marca que el altar de muertos puede ponerse desde el día 28 preparándose para la llegada de aquellos que perdieron la vida de manera violenta e inesperada, cediendo paso día con día a los niños muertos sin el beneficio del bautismo y al Día de todos los Santos para culminar el 2 de noviembre con la llegada de los fieles difuntos; en estricto rigor en este día se debe comer el pan de muerto, sin embargo como amantes del buen comer el pan lo comemos desde finales de septiembre y en ocasiones hasta fines de noviembre.

Su origen

Vida y muerte se conjugan, pasado y presente se traslapan en un ritual antiquísimo cuyo origen data del México precolombino, ya en la época prehispánica se tenían rituales destinados a honrar la vida de los difuntos, existen diversas versiones, muchas de ellas con fragmentos verdaderos de historia otras tantas con las distorsiones derivadas de sucesivas interpretaciones, lo que si se puede decir al respecto, es que para los aztecas el culto a la muerte ocupaba un lugar privilegiado, pues por medio de sacrificios humanos se pretendía agradar a sus deidades y mantener un equilibrio sagrado, no había muerte más honrosa para ellos que la muerte en batalla y solo a las madres que morían durante el parto se les concedía el lugar de privilegio que a los soldados caídos en el campo de batalla.

Los estudios antropológicos de la tradición señalan que el pan de muerto es una adaptación de los antiguos rituales a fin de hacerlos aceptables para la religión católica, en vez de sacrificar doncellas y comer sus corazones empanizados con amaranto, los españoles construyeron un pan que simboliza el corazón y los huesos humanos, que en su origen iba cubierto de azúcar entintada de rojo.

Es una tradición hermosa que tenemos como mexicanos, pero aunque la forma de expresarla es distintiva de nuestro país, no es única en el mundo, las formas cambian pero gran parte de las comunidades indígenas y/o primitivas alrededor del orbe han tenido rituales próximos al nuestro. En realidad todos ellos remiten a los antiguos cultos agrícolas derivados de las religiones primitivas, en que el cambio de estación era concebido como un proceso de muerte y resurrección de sus deidades y traía consigo la implementación de ciertas practicas.

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Se creía que así como muchas plantas mueren y otras ceden preparándose para sobrevivir al frío invernal a fin de reverdecer con la llegada de la primavera, el ser humano debía hacer lo propio y tomar las precauciones pertinentes y concretas para sobrevivir a los azotes del clima, este proceso también iba acompañado de la necesidad de una preparación psíquica que implicaba la aceptación de la muerte y la resurrección a un nivel interno, es decir psíquico.

El tiempo pasa en la naturaleza y por más que nos hemos empeñado en dominarla, creando la falsa sensación de dominarla, nosotros estamos a su merced y sus cambios afectan directamente nuestra disposición, la mayor parte de las tradiciones que celebran el cambio de estaciones, hablan de un puente que con sus variantes, conecta el mundo de los muertos con el de los vivos, es el mundo de la magia, estas tradiciones reflejan un pensamiento derivado de la necesidad de cambio y regeneración.

La vida y la muerte son partes del mismo ciclo, para que haya vida es necesaria la muerte, aprovechemos nuestras tradiciones, para recordar a nuestros seres queridos, pero también para permitir que ciertas áreas de nuestra personalidad que necesitan un cambio, remitan y puedan dar paso al crecimiento personal, demos gracias por lo que hemos sido y preparémonos para lo que podemos ser.

Según encuestas realizadas por el gabinete de comunicación estratégica, 70 de cada 100 mexicanos desearían que a su muerte, los recordaran montándoles una ofrenda.

Y tú ¿cómo celebras este Día de muertos?

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