¿Quién no ha sentido culpa alguna vez en su vida? La culpa es tan antigua como el hombre. Ya sea que provenga de pensamientos o fantasías o de actos cometidos. La prueba de la inocencia o de la culpabilidad de una persona ha sido objeto de todo tipo de castigos en caso de ser culpable. En este podcast Divagando en la mente de... exploraremos la mente de alguien que se siente culpable.
Como ejemplo podemos recordar cómo en la antigüedad existía la ordalía oral que se basaba en la creencia de que si la persona era culpable de algo y comía algo envenenado moriría pero si era inocente no le haría efecto el veneno.
[nota_relacionada id=1117464]Dostoievski, escritor ruso admirado por Freud, escribe “Crimen y Castigo” en donde hace un profundo análisis del sentimiento de culpa, y en la última de sus novelas, “Los Hermanos Karamazov”, no importa quién es el culpable de matar al padre sino quién le deseó la muerte: los tres hijos lo habían deseado.
Los sentimientos de culpa, angustia y depresión suelen confundirse. La depresión y la angustia son expresiones de conflictos en la personalidad y la culpa, desde el punto de vista psicoanalítico es la internalización del conflicto del Superyó y el Yo, en el cual el Yo tiene que aceptar la carga.
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La culpa puede surgir como consecuencia de las fantasías que hacemos con respecto a las personas por las que sentimos hostilidad. Freud postula la polaridad de las pulsiones de vida o muerte y afirmaba que en el psiquismo tenemos una serie de contradicciones: la ambivalencia presente en muchas de nuestras relaciones en las que se da una mezcla de amor y odio.
Sin embargo, la culpa también procede de trasgresiones a la moral o a la ética. Entonces sentir el aguijón de la culpa puede ser benéfico al avisarnos de lo que hicimos mal y que es necesario reparar o corregir. Así que no todo sentimiento de culpa es negativo.
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