Fue una larga batalla la que se dio en San Lázaro por parte de la oposición, pero no fue suficiente. 242 votos a favor, 178 en contra y el pasado martes se aprobó en lo general el dictamen que extinguió los fondos y fideicomisos para que 68 mil millones de pesos quedaran a disposición del gobierno federal.
Luego vino una sesión de casi 19 horas donde una a una fueron cayendo las 398 reservas casi por la misma votación. Las modificaciones a la Ley de Ciencia y Tecnología fueron aprobadas por 216 votos a favor, 174 en contra y 8 abstenciones. La reforma a Ley Federal de Cinematografía y la Ley Federal de Derechos se logró con 230 votos a favor, 167 en contra y apenas una abstención. Y así los otros. Cada triunfo era celebrado con gritos y aplausos por parte de los legisladores de Morena y sus aliados del Partido Verde y Encuentro Social. La mayoría se impuso.
Al PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD no les quedó más que tomar la tribuna para evitar que se dispusiera del Fondo de Salud para el Bienestar. Aunque se echaron a la bolsa un triunfo equivalente a 100 mil millones de pesos, la sensación de una aplastante derrota no desapareció.
La oposición está muy consciente de sus limitaciones, más a la hora en la que se libran luchas cruciales como las de esta semana. Por eso, desde meses están preparando para dar la batalla por recuperar el control del congreso, aunque nada sólido ha surgido.
El presidente López Obrador sabe el tamaño de contienda que viene para el próximo año. Le interesa mantener el control en el Palacio Legislativo y por eso, está atento de los movimientos que la oposición. Fue él quien develó el “BOA” (Bloque Amplio Opositor), del cual ya no se supo más y el jueves dio cuenta de la conformación del Movimiento “Sí por México”, encabezado por el empresario Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex. Se trata de un conjunto de 198 organizaciones, las cuales podrían sumar más, que han marcado como su agenda puntos muy variados que incluyen una nueva economía, combate a la corrupción, medio ambiente, justicia y otras demandas no desconocidas. Retan a los partidos políticos a que tomen sus propuestas y las hagan realidad. Sin detenernos mucho, el problema es que dentro de estas decenas de nombres hay agrupaciones impresentables y otras cuya opinión jamás ha pesado en las decisiones políticas de este pais. Muchas se contraponen en sus intereses.
Quizá por eso el presidente ironizó. “Me da ternura, sentimiento, me conmueve”.
Por el lado de los partidos, todo indica que habrá un reciclamiento de figuras, desde excandidatos presidenciales hasta los tradicionales ‘chapulines’. Triste panorama para una oposición que tiene 8 meses para organizarse si quiere frenar a Morena. Mucho pueblo para tan poca oposición.
CONTRASEÑA: Porfirio Muñoz Ledo o Mario Delgado participarán en la tercera encuesta para definir al líder de Morena. Solo hay que ver hacia dónde palpita el corazón del presidente.
Por Carlos Zúñiga
@CARLOSZUP