COLUMNA INVITADA

¿Quién extraña a Trump?

Logró enemistarse con aliados europeos y tensar las relaciones con amigos en otras partes del mundo

OPINIÓN

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Beata Wojna/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A una semana de las elecciones en EU no nos queda más que observar pacientemente la contienda por la presidencia entre el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden. Probablemente no hay lugar en el mundo donde no se preguntan quién llevará las riendas de la política exterior estadounidense durante los próximos cuatro años.

Si el resultado de las elecciones estadounidenses dependiera de otros países, seguramente ganaría Biden. Durante su mandato, Trump logró enemistarse con los principales aliados europeos de la Alianza Atlántica y tensar las relaciones con los amigos en otras partes del mundo. Desde su llegada al poder, la imagen de los Estados Unidos ha empeorado en muchas regiones del mundo.

Como lo constata el estudio publicado por el Pew Research Center a mediados de septiembre de este año, la proporción de personas con opiniones favorables hacia EU es la más baja de los 20 años transcurridos desde que se realiza esta encuesta. Por ejemplo, sólo 26% de los alemanes, 31% de los franceses y 35% de los canadienses tiene hoy una opinión positiva de EU. El deterioro más fuerte llegó en 2020 por el manejo de la pandemia; apenas 13% de los encuestados en diferentes países evalúa positivamente la política de Trump en relación con el COVID-19.

Hay pocos que llorarán si el presidente de Estados Unidos pierde la contienda. Entre ellos se encuentran Israel, Polonia, Brasil y Arabia Saudita, países que han apostado todo por Trump. Habría que incluir a México cuyo presidente apoyó claramente al candidato republicano durante su visita a Washington. Ahí están también diferentes autoritarismos y populismos que pudieron respirar tranquilamente cobijados por la indiferencia de Trump. Para este grupo, el eventual cambio del inquilino de la Casa Blanca puede ser un despertar doloroso.

Joe Biden ya anticipó el regreso de EU al Acuerdo de París sobre el cambio climático, a la Organización Mundial de la Salud y a las negociaciones con Irán. También prometió vigilar con más atención el estado de la democracia y de los derechos humanos en el mundo. Biden cambiaría la forma de relacionarse con los aliados sustituyendo la confrontación abierta por el diálogo, aunque eso no significa que desaparecerían las demandas de una mayor contribución a la defensa común. En las relaciones bilaterales se daría un mayor peso a los asuntos medioambientales, laborales y a los derechos humanos. Queda por ver cómo, en términos prácticos, el presidente demócrata se enfrentaría a China, que se ha convertido indudablemente en el rival natural de los estadounidenses.

A una semana de las elecciones en EU Joe Biden tiene una ventaja considerable, aunque nada está garantizado con un presidente capaz de jugárselo todo para conseguir el segundo mandato. Por lo pronto, en diferentes partes del mundo muchos respirarían con alivio si termina el orden internacional al estilo de Trump.

POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES (ITESM)
@BEATAWOJNA