Definitivamente este año, el 2020, será uno de esos que recordaremos el resto de nuestras vidas. Un año con miles de cambios, de prohibiciones, limitaciones, pérdidas y un sinfín de atribuciones que, quizá, al paso del tiempo, al momento de voltear a recordarlo, nos riamos por las cosas que pueden suceder en el futuro. Una de esas pérdidas que hemos visto muy marcada es el de las reuniones sociales; ya sea en casa, restaurantes o lo que aquí en México conocemos como “antros”, que para los lectores que estén en otro país, son las discotecas o clubes nocturnos en donde, cada fin de semana, muchísima gente se reunía para pasar horas de diversión escuchando y bailando la música de moda.
A partir de que ahora dichos establecimientos están cerrados, y a pesar de que la unión de restauranteros, bares y centros nocturnos están luchando por la reapertura de dichos lugares, la realidad — triste realidad— es que estamos lejos de que eso suceda. Incluso, aquí en la capital del país, estamos en un ir y venir de distintos colores naranjas evitando el tan famoso semáforo rojo. Justamente esto fue algo que sucedió en Inglaterra, ya que en la isla Británica reabrieron los clubes nocturnos con sus distintos protocolos de seguridad por cierto tiempo, sin embargo, con esta segunda oleada mundial, tuvieron que volver a cerrar sus puertas y con ello, se limitó el consumo de música a lo que ya hemos estado tan acostumbrados desde marzo de este año, ponerle play al Spotify o YouTube para escuchar nuestra música favorita.
La industria musical es claramente una de las más redituables en todo el planeta, y dentro de ella, la música electrónica ha visto un crecimiento de ingresos a lo largo de la última década por los distintos festivales y presentaciones de artistas en clubes o centros nocturnos. Y es justamente ese el punto por el cual podríamos ver, de cierta forma, la extinción de una forma de disfrutar la música, esto en caso de que el confinamiento se alargue por mucho más tiempo. Y es que la música electrónica nació en estos lugares, justamente después del boom que trajo la música Disco y discotecas tan famosas como el Studio 54 en Nueva York también comenzaron a existir clubes donde tocaban música House, al igual que en ciudades como Chicago y Detroit.
Si bien la evolución del tan famoso “EDM”, por sus siglas en inglés: Electronic Dance Music, se ha desarrollado en estos espacios nocturnos donde la gente acude para olvidarse de lo que hay afuera de ellos, bailar hasta que los pies no den más y estar con esas personas que comparten el gusto de hacerlo, y con ello acrecentarlo hasta vivirlo en eventos de tres días en espacios inmensos, la pregunta sería: ¿cómo será ahora la evolución de los espacios donde se escucha esta música?
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Incluso, hay rankings muy famosos donde se cataloga a los 100 mejores clubs del mundo en los que se califica a partir de la tecnología visual con la que cuentan, la capacidad, los artistas que se presentan en ellos y muy importante, la calidad del audio que tienen. China ha avanzado muchísimo en este aspecto y ahora cuenta con un muy buen número de centros nocturnos que parecieran fuera de este mundo, Ibiza claramente es otro lugar que cuenta con distintas discotecas sumamente importantes y que han ayudado a crecer la industria, por supuesto Las Vegas está dentro de los mejores destinos con centros de espectáculos icónicos y Brasil es otro país que cuenta con grandes locaciones para que los DJs se presenten y hagan noches épicas.
¿Será acaso que no volvamos a ver centros nocturnos para reunirnos y escuchar a nuestros artistas favoritos? De ser así, estaríamos viendo un cambio radical en cómo consumir la música y ver a los artistas que tanto queremos.
POR MAJO MONTEMAYOR
ELHERALDODEMEXICO.COM
@MAJOMONTEMAYOR