“Tengo miedo de salir de mi casa y no volver a ver a mi mamá…”
El sábado 7 de noviembre Bianca Alejandrina Lorenzana Alvarado, “Alexis”, de 20 años, fue reportada como desaparecida en Cancún. Dos días después, fue encontrado su cuerpo desmembrado en un fraccionamiento (Vista Real). Su caso fue el segundo feminicidio en el estado de Quintana Roo en menos de 24 horas.
La reacción inmediata fue que la Red Feminista de Quintana Roo marchara indignada -y con justificada razón- hacia la Fiscalía de Quintana Roo, pintando leyendas que exigían justicia para Alexis…
Aproximadamente 500 manifestantes clamaban justicia, quieren justicia, un derecho legítimo, que en México parece palabra gastada, sin peso ni relevancia.
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Las manifestaciones no sólo son por el asesinato de Alexis, si no por el de muchas mujeres, víctimas de violencia y abuso; y por las que a diario viven este miedo de salir solas a las calles de un país donde en promedio, 10 de ellas son asesinadas cada día… Este terror de ser mujer en México, lo más peligroso hasta ahora.
Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública y el INEGI señalan que el 2015 fueron dos mil 161 casos de mujeres asesinadas. En 2019 la cifra casi se duplicó al alcanzar tres mil 834 asesinatos; y en 2020 -tan sólo de enero a abril- ya eran 964 muertes.
Las estadísticas indican al Estado de México como el más letal para mujeres y niñas, seguido de Guerrero, Guanajuato, Baja California, Chihuahua y Veracruz… Ahora, de la zona Sureste añadimos a Quintana Roo que este año, con el caso de “Alexis”, suma ya 12 feminicidios.
Y decíamos que la manifestación se tornó fuerte. Pero los policías municipales y los elementos de seguridad, lejos de un operativo organizado para contenerla, usaron sus armas y a balazos intentaron dispersar a las manifestantes.
Debemos cuestionarnos ¿Qué tipo de preparación tienen nuestros elementos de seguridad, los que nos cuidan y nos protegen? ¿Qué capacidades necesitan para cumplir con el perfil requerido? ¿Quién está realmente al mando de estos operativos?
Mara Lezama, alcaldesa de Cancún, reprobó los hechos desde su cuenta de twitter. Horas después el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, hizo lo propio asegurando que dio instrucciones precisas de NO armas y NO agresiones contra las manifestantes. Y el secretario de Seguridad de Cancún, Alberto Capella, dijo que fue una estupidez del director de la policía municipal, Eduardo Santamarina.
…Hasta que las autoridades dejen de pasarse las responsabilidades y las culpas para salir bien librados, seguiremos con actos como el de Cancún… Continuarán diciendo que se investigarán los hechos para dar con los responsables.
Familiares de las víctimas, madres, padres y hermanos estaban en la manifestación pidiendo justicia y lo único que obtuvieron fueron balazos…
Las manifestaciones se replicaron en la CDMX donde pidieron justica por Quintana Roo y para todo el país. La estrategia de las autoridades fue similar: Encapsular a las manifestantes.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos pidió la investigación objetiva, sin dilación e independiente, ante la represión policial en Cancún.
No podemos seguir permitiendo que ser mujer en México sea lo más peligroso en el país.
POR WALTER OLIVERA
COMUNICADOR
@WALTEROLIVERAV