Parece que una tercera parte de los gobernadores del país han decidido ir lo más lejos que se pueda en la pugna que emprendieron para conseguir lo que a su juicio es una mejor redistribución de los recursos federales. La reunión del pasado 19 de agosto en San Luis Potosí no los dejó satisfechos. Fue “una desolada” en palabras del gobernador de Michoacán Silvano Aureoles.
Y sí, la foto oficial no dejaba mucho a la imaginación a pesar de los cubrebocas que la mayoría de los mandatarios portaba. A excepción de ellos, el presidente Andrés Manuel López Obrador aparecía con el rostro descubierto e inexpresivo, pero seguro de que no dio su brazo a torcer.
La secretaria Olga Sánchez Cordero informó que ese día hubo acuerdos. Uno de ellos, que los gobernadores iban a iniciar la discusión de la hacienda pública y de la coordinación fiscal en el corto y mediano plazo a través de un organismo en el que participan los secretarios de finanzas. Y no mucho más. Si bien consiguieron una vía para poder reestructurar deuda con el apoyo de Banobras, se quedaron cortos en la posibilidad de que el dinero gastado para enfrentar la pandemia les fuera regresado. Y hasta ahí.
Esto ha llevado a los gobernadores “rebeldes” agrupados en la llamada Alianza Federalista a plantear acciones más radicales. Los mandatarios de Chihuahua, Michoacán, Jalisco, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Durango, Guanajuato, Colima y Aguascalientes ya manifestaron su intención de dejar la Conferencia Nacional de Gobernadores y formar un grupo aparte, todavía más enfocado en conseguir sus objetivos. Es posible que esto se anuncie oficialmente el próximo lunes 7 de septiembre, cuando se reúnan teniendo como anfitrión a Javier Corral. El chihuahuense ha sido claro al explicar la larga distancia que existe entre ellos y Andrés Manuel López Obrador. “Hay un desdén, un desprecio… tiene un mal concepto de los gobernadores”. De visita en Ciudad de México, Silvano Aureoles dijo que el presidente les hace “puras faramalladas”. El jalisciense Enrique Alfaro acusó al gobierno federal de cerrar las puertas al diálogo. El tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca aprovechó ayer los reflectores de la mañanera para urgir a la modificación de la Ley de Coordinación Fiscal. Tampoco obtuvo una respuesta contundente.
La lista de quejas crece y los mandatarios podrán llegar al extremo de romper sus organismos, pero en Palacio Nacional no tienen, por ahora, la intención de cederles más recursos. A la profunda desconfianza que López Obrador les tiene, se suma el arranque del año electoral. Muchas gubernaturas en juego y poco tiempo para la operación. Más aún, la pregunta que algunos asesores le han sembrado al Presidente ¿qué darán los gobernadores a cambio?
Con o sin nueva asociación, el tiempo apremia y luego de la pandemia los estados se están quedando sin recursos. A ver quién aguanta más.
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CONTRASEÑA: Aunque más funcionarios se han quejado de los tratos y desempeño del subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta, están lejos de provocar su remoción del cargo. Cuando menos por decisión presidencial, se mantendrá allí hasta que sea necesario.
[nota_relacionada id=1194507]POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
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irv /eadp