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Un prevenible accidente

Yésica fue agredida a balazos por elementos de la Guardia junto con su esposo Jaime Torres hace 10 días, después de participar en una protesta

OPINIÓN

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Para el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, la muerte de Yésica Silva en Chihuahua, tras la toma de la presa La Boquilla fue un “desgraciado, lamentable accidente”.

Yésica fue agredida a balazos por elementos de la Guardia junto con su esposo Jaime Torres hace 10 días, después de participar en una protesta. Un día antes, agricultores de la zona habían tomado el control de la presa en desacuerdo a la entrega de una mayor cantidad de agua a Estados Unidos como parte del tratado bilateral de límites y aguas, que data de 1944, el cual pone reglas al intercambio de líquido entre ese país y México.

Quizá le faltó agregar al comandante que la muerte de Yésica se pudo prevenir. Hoy un homicidio aún no esclarecido ha envalentondo a habitantes de varios municipios del centro y sur del estado, quienes no ven motivo para que la entrega de agua se adelante al ciclo al que estaban acostumbrados y ven el asesinato como un acicate a su lucha.

El conflicto cayó en una mala época, donde la polarización hace que los grupos en disputa se atrincheren en sus posturas. El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo ayer, sin pruebas, que detrás la movilización hay políticos del PAN y “grandes productores, sobre todo, nogaleros y cebolleros”. Luego del congelamiento de cuentas al exgobernador José Reyes Baeza, el PRI le anunciará a la Secretaria de Gobernación que no respaldarán estas movilizaciones.

Este tipo de declaraciones son las que han irritado más a la población de la zona inconforme. Los productores aluden que este año, la sequía ha afectado casi al 75 por ciento de territorio chihuahuense y temen que se vea afectado el ciclo de riego 2021, con la consecuente devastación económica para el estado, cuya economía depende en más del 80 por ciento de la agricultura.

Los nogaleros de San Francisco de Conchos, donde se asienta la presa, han evidenciado la escasa producción de nuez por falta de agua. La situación es un desastre. Su petición es que se les deje utilizar agua hasta el 30 de septiembre, fin del ciclo agrícola, y que a partir del líquido remanente, se cumpla con lo estipulado en el tratado.

“No estamos en desacuerdo en pagar, pero hay fechas, ¿a qué se debe la prisa?” me dice una habitante de Delicias que se ha sumado a la resistencia. Están molestos con el trato que perciben recibir desde el gobierno de López Obrador. Lamenta que haya tenido que ocurrir una muerte para que todos voltearan a ver el problema que denunciaron desde hace meses, por lo que rechazan lo dicho por el presidente sobre que el agravamiento del conflicto se debe a la cercanía de las elecciones.

La presión sobre el gobierno de México crece. El gobenador de Texas acusa que México ha incumplido con su parte. El presidente no quiere que el problema escale hasta la Casa Blanca y sostiene que la entrega de agua no afecta a los agricultores chihuahuenses.

Literalmente, los políticos han llevado agua de la presa la Boquilla a su molino y nadie ofrece una solución acorde al tamaño del problema. La deben después de una muerte prevenible.

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POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ 

CARLOSZUNIGAPEREZ@GMAIL.COM

@CARLOSZUP

hjc / eadp