COLUMNA INVITADA

¿Qué hacer con Trump?

La maquinaria Trump ha logrado radicalizar a su base más extrema, convenciéndola que ha sido engañada y que la democracia de su país está en riesgo

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Colaborador. / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Joe Biden asumirá la presidencia de los Estados Unidos este miércoles, en medio de no una, sino múltiples crisis nacionales, regionales y mundiales. 

Será el primer Presidente en la historia moderna de ese país que asume la presidencia rodeado de una fuerte presencia militar, ya que la Guardia Nacional se ha desplazado a la capital debido a la amenaza de violencia política que ha incentivado Trump.  

La maquinaria Trump ha logrado radicalizar a su base más extrema, convenciéndola que ha sido engañada y que la democracia de su país está en riesgo. 

Es una base principalmente rural, lo que contrapone no necesariamente a estado contra estado sino a la población rural contra la urbana.  

En un estudio publicado en Psychology Today, se diagnosticó el perfil psicológico de esta base como de personalidad autoritaria, propenso a preferir una estructura de dominación social en donde su grupo étnico se antepone a los demás, posee prejuicios psicológicos etnocéntricos marcados, principalmente ante grupos étnicos específicos: musulmanes, chinos y mexicanos, son personalidades con relativamente poco contacto con otros grupos étnicos –por lo mismo los prejuicios–, y padecen un resentimiento social de que han sido, por alguna razón, privados o marginados de un beneficio económico a lo que considera deberían de tener derecho.  

En el país más armado del mundo, la polarización sociopolítica es una bomba de tiempo si no se apacigua relativamente rápido.  En medio de esta polarización interna surge una nueva caravana de migrantes, un fenómeno que hemos visto desde 2018 y que definitivamente será una prueba de fuego para la administración Biden, pues está programada que arribe a la frontera México-Estados Unidos en su primera semana en funciones.  

La relación diplomática con México ha sido lastimada –también por la maquinaria Trump– ya que la detención del General Salvador Cienfuegos por parte de la DEA ha creado un muro de insultos, en la relación, particularmente afectando a la institución más respetada por los mexicanos.  

Por lo menos, la información presentada como recibida por la SRE sobre el caso contra el General en situación de retiro es, francamente, poco seria.  Recuerda el nivel de (poca) profundidad empleado en la planeación y ejecución de la operación Rápido y Furioso de 2010.  

Casi insurrección armada, COVID pésimamente manejado, efectos de desempleo y crisis económica que podrían generar una Segunda Gran Depresión, relación deteriorada con sus vecinos y aliados, redes sociales que han decidido desactivar las cuentas del Presidente en una especie de ley mordaza ética… ¿Qué más se podría esperar del declive en la administración Trump?  

Como se complicaría el panorama si Rusia decide esta semana invadir Ucrania, China a Taiwán, Irán a Irak y Arabia Saudita o Corea del Norte decide lanzar otro misil, a donde sea.  

Casi parece el desenvolvimiento de un plan orquestado por alguna agencia de inteligencia enemiga de EE.UU. 

La pregunta más difícil para Biden ahora es ¿qué hacer con Trump? ¿hasta podrían llegar las investigaciones en su contra? ¿habrá suficiente evidencia para estructurar un proceso serio en su contra?, y desde luego, cuál es el cálculo político para determinar qué efectos tendrá sobre su partido y su base.  

El Partido Republicano parece estar al borde de una implosión que podría llevar a un gran cisma entre conservadores y populistas, sin embargo, eso muy probablemente puede decir el final del sistema bipartidista en los Estados Unidos, dando como resultado la preponderancia del Partido Demócrata y ambos lados lo saben. 

POR ÍÑIGO GUEVARA MOYANO
*DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA JANE'S EN WASHINGTON, D.C.