ORBITANDO

Bukele, con todo el poder

El Salvador registró, en 2020, una de las disminuciones de homicidios más significativas, sólo mil 332, casi 45% menos que en 2019

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de México

El Salvador volverá mañana a las urnas para elegir nuevo Congreso. El actual es acérrimo enemigo político del presidente Nayib Bukele, pero su partido (Nuevas Ideas) lidera las intenciones de voto y eso avizora carro completo.

Bukele rompió con el bipartidismo que se vivía desde hace varias décadas en ese país centroamericano entre la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ambas formaciones están destinadas a desaparecer o en el mejor de los casos, obligadas a transformarse.

Unos 5.4 millones de salvadoreños deberán elegir a los 84 legisladores del Congreso unicameral, a los 262 alcaldes del país y sus concejos municipales. También deben escoger a una veintena de diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacen), que muchos políticos utilizan para protegerse con fuero después de terminar sus cargos.

Durante estos dos años de gobierno (de un total de cinco), Bukele se ha estado enfrentado con la Asamblea Legislativa, a la cual acusa de "obstruir sus esfuerzos por gobernar" y el conflicto ha vivido distintos episodios a lo largo de 2019 y 2020.

El poder legislativo ha buscado frenar las medidas en la lucha contra las pandillas o maras –que ejercen control total en el narco, extorsión y violencia–; se acusa a Bukele de abuso de fuerza. Pero El Salvador registró, en 2020, una de las disminuciones de homicidios más significativas, sólo mil 332, casi 45% menos que en 2019. 

Incluso en medio de la pandemia de COVID-19, el Parlamento decidió, junto con la Suprema Corte de Justicia, anular los confinamientos obligatorios dispuestos por el Presidente para frenar los contagios, argumentado como anticonstitucionales las “detenciones arbitrarias”.

Estos enfrentamientos tuvieron su momento más álgido, el 9 de febrero de 2020, cuando Bukele militarizó la sede del legislativo, en un intento por forzar la aprobación del presupuesto para su plan de control militar.

Para no ir tan lejos, la semana pasada, diputados opositores pidieron a la Asamblea Legislativa iniciar un proceso para evaluar la incapacidad física o mental de Bukele para luego destituirlo.

Según varias encuestas locales, NI y su aliado Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) suman una intención de voto de 72.2%, que les podría otorgar una mayoría cualificada en el Congreso. Actualmente, ARENA y FMLN son los partidos con más diputados, con 37 y 23 respectivamente.

El verdadero problema es que el partido de Bukele, que por cierto es dirigido por el primo del Presidente, va a ganar, y eso no es muy sano en una democracia porque se pierden los contrapesos. En México ya vivimos una experiencia similar con el carro completo. 

Con el control absoluto del Congreso, todas las iniciativas que se le antojen a Bukele seguramente serán aprobadas, ¡sin quitarle ni una sola coma! Pero si hay que culpar a alguien de estos resultados, habría que revisar qué han hecho bien los viejos partidos.

POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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