DIPLONOTAS

Los fracasos de Europa

No es la primera vez que en los tiempos de crisis la UE se pierde en su complejidad institucional, excesiva burocracia, las diferencias entre los países miembros y los intentos de mantener el equilibrio entre sus valores y sus intereses

OPINIÓN

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Beata Wojna/ Diplonotas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Bofetada tras bofetada recibe últimamente la Unión Europea (UE). No ha pasado mucho tiempo desde febrero cuando el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante su visita a Moscú tuvo que tragarse las palabras de humillación de su contraparte rusa, Serguéi Lavrov, quién afirmó en la conferencia de prensa conjunta que la UE no era un socio confiable.

En estos días le tocó a la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen encontrarse sin un asiento adecuado en la reunión que tuvieron ella y el jefe del Consejo Europeo con el presidente de Turquía, Recep Erdogan, en Ankara. No está del todo claro de quién fue la culpa, No obstante, la incomodidad protocolaria que se generó refleja muy bien las tensiones y la desconfianza existentes entre la UE y sus vecinos autoritarios.

Si a eso le sumamos la lentitud con la que se lleva a cabo el proceso de la vacunación en los países de la UE, solo el 16.3% de la población vacunada con al menos una dosis, frente a 33% en los Estados Unidos, casi 47% en el Reino Unido y 61% en Israel, el panorama no pinta muy bien. Además, hasta ahora ninguna empresa de un país miembro ha producido una vacuna, siendo los Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia y China, los que se llevaron ya sus trofeos en esta carrera. Aunque en la UE hay una decena de vacunas candidatas en la fase de pruebas clínicas, lo que les queda a los europeos es esperar su turno, leyendo pacientemente los múltiples folletos que ha publicado la UE sobre la estrategia para combatir la Covid19.

Obviamente, no todo depende de la UE. Las empresas europeas que están cerca de concluir las pruebas clínicas, como por ejemplo la alemana CureVac, subrayan que las cadenas de suministro globales se han visto interrumpidas por las restricciones de EUA, lo que dificulta aumentar la producción de vacunas en Europa. Sin embargo, esta justificación no es suficiente para muchos que se quejan de la lentitud en la respuesta a la emergencia sanitaria y de la falta de un liderazgo capaz de generar consensos necesarios.

No es la primera vez que en los tiempos de crisis la UE se pierde en su complejidad institucional, excesiva burocracia, las diferencias entre los países miembros y los intentos de mantener el equilibrio entre sus valores y sus intereses. Hoy es una organización que puede presumir del apoyo dado al mecanismo Covax para la distribución equitativa de las vacunas en el mundo, pero tiene problemas serios para garantizar un flujo suficiente de vacunas para sus propios ciudadanos. 

El nuevo Embajador de la Unión Europea, Gautier Mignot, que hace pocos días llegó a México para representar a esta organización frente a las autoridades mexicanas, no tendrá una labor sencilla. No solamente por lo que pasa en la UE sino también por el escaso interés que tiene México en las relaciones con la UE. Le deseamos mucha suerte porque la UE, a pesar de la crisis, sigue siendo un actor vital en el panorama global.

POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES EN EL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA

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